Un asteroide podría colisionar contra la Tierra en 2182, según un estudio publicado en la revista Icarus de la Universidad de Cornell.
De acuerdo con la investigación la probabilidad del impacto del denominado ‘(101955) 1999 RQ36′ es de una entre mil. Conocer este dato puede ayudar a diseñar con antelación mecanismos para desviar la trayectoria del asteroide.
Los científicos calcularon y monitorearon los posibles impactos de este cuerpo celeste mediante dos modelos matemáticos, el método de Monte Carlo y un muestreo de línea de variaciones, para buscar posibles colisiones con la Tierra, publicó en su portal el diario El Mundo.
El asteroide mencionado es potencialmente peligroso por la proximidad de sus órbitas y las consecuencias que un impacto así podría causar. Su órbita está bien determinada pero existe una ‘incertidumbre orbital’ por el efecto de la gravedad y el llamado efecto Yarkovsky.
Este efecto modifica ligeramente las órbitas debido a que, al rotar, ciertos objetos pequeños del Sistema Solar emiten de forma desigual la radiacción solar absorbida, informó el diario español.
De acuerdo con el estudio hasta 2060 la divergencia de las órbitas será moderada, pero s incrementará a partir de ese año gradualmente hasta 2080. Por lo que la probabilidad de impacto aumentará en 2162 para después decrecer, apareciendo el año 2182 como el más probable para la colisión.
«La consecuencia de esta compleja dinámica no es únicamente una probabilidad de impacto comparativamente grande, sino también que un procedimiento realista de deflexión o desviación de la trayectoria sólo se podría realizar antes del encuentro en 2080, y más fácilmente antes de 2060», destacó María Eugenia Sansaturio, coautora del estudio e investigadora de la Universidad de Valladolid.
En esta línea, asegura que si este objeto se hubiera descubierto después del año 2080, la deflexión «requeriría una tecnología no disponible actualmente».
«Este ejemplo sugiere que puede ser necesario que la monitorización de impactos, que hasta ahora no cubre más allá de 80 ó 100 años, abarque más de un siglo. Así, las iniciativas para desviar este tipo de objetos se podrían realizar con recursos moderados, tanto desde un punto de vista tecnológico como económico», dijo Sansatuario al diario español.