Las célebres ‘caras de Bélmez’, uno de los mayores enigmas de la parapsicología, han comenzado a aparecer en la vivienda donde nació María Gómez Cámara, la propietaria de la casa donde se produjo por primera vez este fenómeno en Bélmez de la Moraleda (Jaén), hace ya 33 años. La Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP) ya se ha puesto en marcha para investigar la aparición de esta veintena de nuevas teleplastias. El descubrimiento se produjo a raíz de la llamada de una sobrina de María Gómez a la organización para pedirles que visitase la casa donde nació su tía, que en aquellos momentos estaba deshabitada. En su interior, aseguró, se escuchaban psicofonías.
Según relata el presidente de la SEIP, Pero Amorós, los investigadores visitaron el inmueble el pasado 25 de septiembre y mientras preparaban los equipos de grabación descubrieron una teleplastia en formación en una esquina de la cuarta planta. Entonces comenzaron a buscar rostros similares a las que conforman el fenómeno parapsicológico de la ‘casa de las caras’.
Para localizar nuevas teleplastias, los miembros de la organización arrojaron agua sobre el suelo de la cuarta planta y a consecuencia de la humedad «afloraron un total de 21 rostros» que más tarde desaparecieron al mantenerse el tratamiento con agua.
Finalmente, «el suelo fue desecado por completo hasta que las 21 teleplastias reaparecieron» y quedaron fijadas en los materiales, tal y como constató la SEIP en un examen posterior realizado el 6 de octubre. Este descubrimiento, a juicio de Amorós, prueba el vínculo existente entre este fenómeno paranormal y la «humedad relativa del aire». La SEIP ésta preparando un equipo de investigación que visitará Bélmez de la Moraleda en los próximos días al objeto de someter a la vivienda a «diversas pruebas» científicas orientadas a aclarar la relación entre las teleplastias de la casa donde vivió María Gómez Cámara y este inmueble, que acogió su nacimiento hace 86 años.
Un enigma sin resolver
El misterio ha resurgido después de la muerte de esta mujer. El caso saltó a la luz cuando el 23 de agosto de 1971 comenzaron a salir unas extrañas manchas en el suelo de la cocina de la casa de María Gómez, situada en el número 5 de la calle Rodríguez Acosta de Bélmez de la Moraleda, un pequeño municipio de poco más de 2.000 habitantes situado en la Sierra de Mágina (Jaén).
Todos los esfuerzos del marido de María y de su hijo se centraron en eliminar las manchas de rostros humanos en el suelo de la cocina picando el cemento, pero las manchas volvían a salir hasta el punto de que el Ayuntamiento tomó cartas en el asunto y cavó un agujero de casi tres metros de profundidad en la cocina para ver que era lo que estaba pasando.
En la excavación encontraron huesos humanos pertenecientes a un cementerio del siglo XIII situado junto a una antigua ermita construida antes de la fundación del pueblo. Sin embargo, no se encontró nada que explicara las manchas.
La casa de María se convirtió en un lugar al que acudían personas de todos los sitios para ver de cerca el fenómeno, incluso investigadores de todo el mundo como el prestigioso Hans Bender, un parapsicólogo alemán que daba clase en la Universidad de Friburgo y que se desplazó hasta Bélmez para estudiar un fenómeno que definió como de los más importantes en el mundo de la parapsicología.
Fuente: El Mundo (España)