CIUDAD DE MÉXICO.- Poco antes de que finalizara la Segunda Guerra Mundial, el ministro de propaganda alemán, Paul Joseph Goebbels, anunció al mundo que Alemania iba a estar en posesión de una «sorprendente y poderosa arma, que le daría la victoria a Alemania». Al final, la historia fue diferente.
Las armas secretas Nazis fueron descubiertas el mes de mayo de 1945, cuando la milicia estadounidense capturó el submarino 234, en el Océano Pacifico.
Esta nave tenía como destino Japón y en su interior almacenaba un conjunto de planos que servían para fabricar bombas volantes V2, aviones cazas a reacción y el diseño de una bomba atómica.
Arado Ar-240/440. La búsqueda de un avión que llenara el concepto de Kampzflugzeug, es decir un aparato de combate multipropósito más avanzado que el Bf-110, llevó al diseño del Ar-240.
Aunque muchos dudaban de la verdadera utilidad de este concepto ideado por H. Göring en 1933, varias compañías estaban trabajando en 1939-40 en diseños de un avión bimotor que pudiera ser utilizado como caza de escolta, caza nocturno, bombardero en picado y avión de reconocimiento.
El «Caza-Milagro» de Focke-Wulf
Es uno de los pocos diseños secretos alemanes que ha terminado desarrollándose en aeronaves militares modernas públicamente reconocidas. Esta nave tiene un potente motor propulsor, montado en un fuselaje que acciona dos hélices contra rotatorias de gran diámetro.
En junio de 1945, los planos de este turbopropulsor cayeron en manos de los norteamericanos, quienes se dieron cuenta del potencial de este caza. Más tarde, Estados Unidos «estrenó» dos aviones sospechosamente parecidos al proyecto Alemán: el «Tallsitter» Lockheed XFV-1 y el «Pogo, un «Convair XFY-1». Los dos contaban con alas rígidas.
En ambos casos, la propulsión se conseguía por medio de la turbina Allison YT40-A-14 de dos hélices de marcha opuesta de 4.88 metros de diámetro. National Geography realizó un documental sobre estas naves.
Los aviones a reacción (Me-262). Una sorprendente nave sin hélices, que Alemania puso al servicio de Hitler, en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial.
Era el primero de los aviones a reacción que había en el mundo y que llegó para sustituir, en pocos años, a las aeronaves movidas por motores de pistones. A esta nave se le conoció como el famoso y revolucionario Messerschmitt Me.262, indica «nocturnabsas.com».
Otros modelos fueron los aviones circulares, conocidos como los «Ovnis de Hitler». Estos vehículos eran propulsados por motores anti-gravitacionales y fueron bautizados con el nombre en clave de «Vril» y «Haunebu», publica el diario «elnuevodiario.com».